Porcentaje de padres adolescentes disminuye con temprana información sexual.
ABN
02/11/2009
Caracas, 02 Nov. ABN (Emma Grand).- Cuando los padres de Jennifer se enteraron de que estaba embarazada, le dijeron "p...". Su madre la botó de la casa, y su padre, hasta que nació su nieto, no quiso aceptar que, "su única niñita", de catorce años, "le hiciera eso".
Fue a los seis meses de gestación que esta jovencita de cara pecosa se percató de que esperaba un bebé. Durante su embarazo le venía el período y el vientre no le crecía, pero cuando notó que sus senos aumentaron drásticamente de tamaño, supo que algo pasaba con su cuerpo.
Además del rechazo de sus padres, su embarazo le generó otras consecuencias nada positivas en su vida. “Tuve que dejar mis estudios formales, porque el director del liceo donde estudiaba la cogió conmigo, hasta intentó tirarme por las escaleras, por eso me retiré”.
Jennifer no usaba ningún método anticonceptivo con su pareja, quien vive en Colombia y con la que estuvo dos años. Pensaba que como en ese tiempo que tuvo relaciones sexuales no había quedado en cinta, lo de tener un bebé no era con ella.
¿Y su pareja? “Cuando salí embarazada yo ya lo había dejado”. Y hasta hoy, cuatro años después, desconoce el paradero del padre de su hijo.
Hoy tiene la mayoría de edad, un varoncito de cuatro años, que su abuelo adora, y muchas ganas de terminar el bachillerato, trabajar, seguir estudiando y contribuir a que otras adolescentes no se adelanten a la etapa de la maternidad.
Y para ello, cuenta hoy con toda la información y apoyo de instituciones públicas responsables en la materia. No fue hasta hace un año que conoció los diferentes métodos para evitar un embarazo no deseado.
Pero igual que Jennifer, miles de niñas y adolescentes en Venezuela están comenzando a tener de manera prematura relaciones sexuales irresponsablemente, lo que ha generado números alarmantes de embarazos no deseados.
Estadísticas de maternidades reflejan que de cada cien parturientas en el país, por lo menos veinte son adolescentes. De hecho, un estudio del Centro Latinoamericano de la Mujer arrojó que Venezuela es el primer país de Latinoamérica con mayor índice de adolescentes embarazadas.
Anabel Díaz, presidenta de la Fundación Caracas para los Niños, adscrita a la jefatura de gobierno del Distrito Capital, ratifica lo antes mencionado, además de señalar que Caracas se ubica en la tercera ciudad de Venezuela con más adolescentes embarazadas, seguida de los estados Portuguesa y Apure, que están a la par.
Ante estas cifras, tanto esta fundación, como la Ong Cecodap y el Instituto Autónomo Consejo Nacional de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes (Idena), entre otras, comienzan a desarrollar más esfuerzos para prevenir este flagelo, que sin duda, puede atacarse con un bombardeo de educación sexual y reproductiva.
La educación sexual debe ser responsabilidad de todos, del padre, del colegio, del Estado, de los y las adolescentes, quienes jugamos un rol importante que es buscar información correcta para poder asimilarla, aplicarla y llevarla a los hogares, señala Yohana Izazzi, consejera en salud sexual y reproductiva de Cecodap.
Cecodap, por los derechos de los niños, niñas y adolescentes, desarrolló hace tres años, en alianza con el Grupo de Orientación de Salud Sexual (Goss), el programa de consejeros de salud sexual y reproductiva.
Ahí, jóvenes de entre 12 y 18 años son entrenados para impartir información de manera dinámica, de adolescente a adolescente, sobre salud sexual y reproducción en liceos, calles y medios de comunicación.
Por su parte, la Fundación Caracas para Los Niños inició una campaña de educación sexual y reproductiva, donde, con talleres, forman a jóvenes para que reproduzcan esta información a estudiantes en liceos de la ciudad capital, para que ellos, a su vez, sean transmisores.
“Hace falta más educación sexual y reproductiva en nuestros liceos, por eso es que estamos iniciando esta campaña, y queremos que en la discusión de la Ley de Educación Básica se incluya esta temática como contenido obligatorio”, dice la presidenta de la Fundación, Anabel Díaz.
Por su parte, la presidenta del Instituto Autónomo Consejo Nacional de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes (Idena), Litbell Díaz, indica que con el programa Semilleros de la Patria, el cual promueve la participación de niños, niñas y adolescentes entre los 5 y 17 años de edad, mediante actividades recreativas, formativas, educativas, deportivas, culturales y ecológicas, se habla del tema de la salud sexual y reproductiva.
Además, el Idena ha realizado caravanas de prevención, que son tomas que hacemos en determinadas comunidades, donde repartimos material informativo, hacemos charlas, actividades culturales, sobre todo en el tema de la educación sexual y el ejercicio responsable de la sexualidad.
Sociedad erotizada
Fernando Pereira, de Cecodap, señala que aunado a que las familias no están hablando con sus hijos sobre educación sexual, las cifras demuestran que más jóvenes están teniendo relaciones sexuales desde los 11 años. Tenemos una sociedad súper erotizada.
Los chamos están cada día más bombardeados de imágenes, canciones y publicidades que los inducen a las relaciones sexuales, dice Pereira. Esto además de la presión social: Eres un gallo si no has tenido sexo. Los niños y adolescentes tienen las hormonas a millón ante este mundo, y los adultos tenemos una posición muy hipócrita, no queremos hablar de ello.
La presidenta del Idena apoya lo dicho por Pereira:No es menos cierto que nuestros niños y adolescentes están siendo sujeto de un estimulo permanente por las empresas privadas de la comunicación, que a veces sobrepasa la capacidad de los docentes y familias.
Niños que tienen las hormonas a mil, teniendo estímulos como Internet y la televisión. El acceso a la pornografía es un tema que se está discutiendo y tiene que ser regulado, porque estamos colocando a nuestros niños y adolescentes en situación de riesgo, porque están sujetos a tantos estímulos sin tener herramientas para manejar esa situación de la mejor manera.
En búsqueda de la emancipación
La presidenta del Idena apunta que el desconocimiento del uso de métodos anticonceptivos no es la única causa de estos embarazos en adolescentes. Muchas jovencitas quedan en cinta por razones culturales para ganar estatus social dentro de su comunidad, para mantener a su pareja, para lograr la emancipación, ser reconocidas como mujer, porque al quedar embarazadas pierden su condición de adolescente.
Al igual que Litbell Díaz, Pereira cree que existe un porcentaje de adolescentes que se embarazan para liberarme de casa, aunque considera que la mayoría son embarazos no deseados, pensar que no me pasa a mí y a otros sí.
Señala el vocero de Cecodap que existe un porcentaje de chamas que ante hogares represivos, autoritarios, donde no te permiten salir, te cuestionan tus relaciones, te denigran, el embarazo representa una posibilidad de tener un estatus de mujer, de ser respetada. Sin embargo, acota, esto ocurre en jóvenes que tienen autoestima baja.
Y otra cosa que piensan es que con un bebé van a amarrar a su pareja, cuando sabemos que las parejas de adolescentes son cortas e inestables, agrega Yohanna Izzazi.
Información de interés
La Ley Orgánica para la Protección del Niño y el Adolescente (Lopna) garantiza a los muchachos el derecho a la educación sexual y la Ley Orgánica de Educación fomenta en las instituciones educativas discusión de estos temas.
El artículo 50 de la Lopna establece que todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a ser informados e informadas y educados o educadas, de acuerdo a su desarrollo, en salud sexual reproductiva para una conducta sexual y una maternidad y paternidad responsable, sana, voluntaria y sin riesgos. El Estado, con la activa participación de la sociedad, debe garantizar servicios y programas de atención de salud sexual y reproductiva a todos los niños en centros o servicios de salud, públicos o privados.
Estadísticas del Centro Latinoamericano de Salud y Mujer ubican a Venezuela como el país de Latinoamérica con mayor número de niñas y adolescentes embarazadas.
El 20% de los niños que nacen en el país son de madres adolescentes. De cada 10 bebés, por lo menos dos son de chicas menores de 17 años.
La mayoría de los embarazos en niñas y adolescentes son involuntarios.
No hay edad ni receta para iniciar relaciones sexuales. El método anticonceptivo más recomendable es el condón, “por su fácil acceso, costo, y porque es el único anticonceptivo que nos protege de enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados al mismo tiempo”.
Es importante que los adolescentes visiten al ginecólogo, en el caso de las chicas, o el urólogo, en el de los chicos, al inicio de su vida sexual.
El Ministerio del Poder Popular para las Mujer e Identidad de Género es responsable de la atención de las adolescentes y niñas madres.
Cuando una niña o adolescente es madre su condición ante la sociedad pasa a ser de mujer.
El Idena trabaja en la prevención de adolescentes y niñas embarazadas.
En Venezuela los adolescentes inician sus relaciones sexuales entre los 12 y 15 años.
El estado Sucre y el Distrito Capital son las regiones con mayor índice de violencia sexual en el país.
Tener mayoría de edad, estar en una situación socioeconómica estable, contar con el apoyo de una pareja y ser capaz de asumir la manutención de otra vida, son algunos de los indicadores recomendados para ser padres.
Las figuras del padre y de la madre son insustituibles. Hay que romper con el mito de que madre es una y padre cualquiera.
El programa de consejeros del Cecodap nace por “las cifras alarmantes que tiene el país de niñas y adolescentes embarazadas”.
Ha aumentado la práctica de relaciones sexuales en los adolescentes de manera irresponsable, desconocen los métodos anticonceptivos.
Los embarazos en adolescentes son de alto riesgo biológicamente, tanto para la madre como para el niño.
Los adolescentes varones son irresponsables frente a la paternidad.
La educación sexual y reproductiva debe ser de contenido obligatorio en las escuelas y liceos.
El término embarazo adolescente es el correcto. Embarazo precoz o temprano son considerados peyorativos. La mayoría de los casos de adolescentes embarazadas tienen entre 14 y 17 años.
Caracas ocupa el tercer lugar en el país de madres adolescentes. El primero es Portuguesa empatado con Apure.
Existe una relación estrecha entre niñas y adolescentes embarazadas y la extrema pobreza.
Una investigación de Inamujer en las parroquias caraqueñas El Junquito, La Vega y Antímano, en 2009, arrojó que el 80% de las féminas quedan embarazadas a la edad de la adolescencia o la niñez.