El gen p53 puede ser un aliado protector contra el cáncer
Científicos del IVIC revelaron nuevos hallazgos sobre la progresión del cáncer
Una de las posibilidades de investigación futura en el Laboratorio de Bioquímica Celular del IVIC es el intentar suprimir a las células tumorales que albergan el gen p53 mutado
17/11/2009) El gen p53 puede ser un aliado protector contra el cáncer, pero se convierte en un enemigo cuando pierde su funcionalidad, lo que puede llevarlo a promover la progresión tumoral en las personas.
Manuel Rieber, jefe del Laboratorio de Bioquímica Celular del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), reveló las consecuencias que tendría el silenciamiento o la mutación dominante-negativa del gen p53 en la progresión maligna del carcinoma, en un artículo publicado en la edición del mes de octubre de la revista International Journal of Cancer, cuyo editor es el doctor Harald zur Hausen, premio Nobel en Medicina 2008.
La función primaria del gen p53 es suprimir tumores al antagonizar la acumulación de errores genéticos que pueden originar cáncer. Sin embargo, esto no siempre ocurre, reseña una nota periodística del IVIC.
“Es conocido que el gen p53 actúa normalmente como un sensor en respuesta al daño genético, promoviendo la activación simultánea de múltiples genes que frenan crecimiento, con el fin de corregir ese daño que puede originar tumores. Cuando la extensión de daño genético es excesiva, alternativamente el gen p53 normal dirige la muerte de las células alteradas, proceso llamado apóptosis” explicó Rieber.
Normalmente, cada gen, incluso el p53, posee dos formas alternas, denominadas alelos, que pueden ser dominantes o recesivos. En el 50% de cánceres humanos el gen p53 está mutado; y en otros tumores, como el carcinoma de cuello uterino o de páncreas, el gen p53 está disfuncional, pero no mutado.
Rieber y su equipo descubrieron que cuando el gen p53 tiene una mutación dominante negativa, el carcinoma puede ser mucho más invasivo que cuando está silenciado.
“Aun cuando uno de los dos alelos del gen p53 esté normal, el gen p53 mutado puede exacerbar el fenotipo maligno contrarrestando la función del alelo normal y promoviendo una ganancia de función oncogénica” explicó el científico.
El resultado de esa ganancia oncogénica se manifiesta porque la mutación dominante negativa del gen p53 altera dramáticamente la citoarquitectura del carcinoma, evidenciado por la pérdida intercelular de la E-cadherina, molécula involucrada en mantener los necesarios contactos intercelulares, como los que asocian a las células entre sí para estructurar los órganos.
La dispersión celular por la pérdida de la E-cadherina -inducida por la disfuncionalidad del gen p53- está también relacionada con un incremento de la proteasa MMP-9, proteína involucrada en promover migración tumoral.
“Concurrentemente el carcinoma experimenta una dramática transición desde una organización epitelial a una forma desorganizada invasiva. Los cambios moleculares descritos también indican que la mutación dominante-negativa del gen p53 resulta en proliferación tumoral autónoma, independiente de factores de crecimiento” dijo Rieber.
Los estudios reportados por el Laboratorio de Bioquímica Celular del IVIC “sugieren que el silenciamiento del gen p53 parece tener consecuencias menos desfavorables que mutaciones dominante-negativas en el mencionado gen. Esas mutaciones pudieran determinar una prognosis menos favorable a los afectados por cáncer”, dijo.
Una de las posibles consecuencias de estas mutaciones dominantes-negativas en el gen p53 pudiera ser una menor respuesta a quimioterapia dirigida contra el ADN de células malignas, al perderse la capacidad sensora normal del gen p53 no mutado, explicó Rieber.
“Una de las posibilidades de investigación futura en el Laboratorio de Bioquímica Celular del IVIC es el intentar suprimir a las células tumorales que albergan el gen p53 mutado.
El fundamento de esta estrategia alterna se basa en el conocido hecho de que el metabolismo mitocondrial tumoral está claramente alterado en comparación al de las células normales, lo cual pudiera permitir eventualmente un daño selectivo a las células malignas que se desean eliminar”, concluyó.
Este reporte sobre el cáncer, segunda causa de muerte en Venezuela, no sólo constituye otra evidencia de la proyección internacional del IVIC, sino de la utilidad de las investigaciones del instituto para enfrentar problemas importantes del país.
ABN/Prensa MCTI