INSTRUCCIONES PARA DISFRUTAR UNA BUENA HALLACA.
Es muy bien sabido, que la hallaca, forma parte del plato típico tradicional navideño en la mesa de la gran mayoría de los Venezolanos. He aquí, importantes recomendaciones para el disfrute al máximo de tan delicado plato. Para comenzar, debemos cerrar nuestros ojos por cinco centésimas de segundos, para analizar y liberarnos de los cargos de conciencia, por todo aquello de la “DIETA”.
Ya liberados de esta culpa interna, procedamos a sentarnos muy cómodamente, a una altura no mayor de cincuenta centímetros del suelo, de preferencia sobre una gavera, apoyando los glúteos sobre un bloque el cual servirá de apoyo, y cuida, sobre todo, colocar los codos uniformemente sobre los muslos, que tu espalda semi arqueada te permita perder el revolotear de olores provenientes de la envoltura, que activarán un infinito de sabores en el subconsciente…, comienza el ritual.
Con precisión quirúrgica, usando tus dedos índice y pulgar de las dos manos, tira del nudo de las líneas blancas atadas entre sí, ubicadas en uno de los cuadrantes de los nueve tercios que conforman el verde ocre cuadrante. “Dale la vuelta”, y no pares hasta que todo el hilo quede retirado.
Paso seguido, ubica el borde del dobles de la hoja del cuadrante verde ocre y despliega uno a tu derecha y otro a la izquierda respectivamente, mientras imaginas y sientes revolotear en tus agudos sentidos la fiestas de sabores y sensaciones que vienen a tu mente incentivados por el agradable aroma de la hoja del Cambur caliente, aliño y la leña aún humeante.
“No cometas la semejante estupidez de parar, SIGUE, SIGUE”, te expones a un colapso gustativo, ocasionado por la cantidad de fluidos revoloteante dentro de tu boca acompañados de intermitentes calambres en los laterales del órgano gustativo. Termina de tender los pliegues hasta dejar descubierto el color amarillo uniforme brillante del lomo en el interior del cuadrante verde ocre, el cual tomarás con mucha delicadeza entre tus dedos firmemente con las dos manos y lo llevaras a tu boca, retiraras de un mordisco a la vez, trozos que en la medida que se van acercando al centro del amarillo brillante del interior del cuadrante verde ocre , la experiencia extaciadora se irá haciendo más fuerte hasta tal punto que olvidarás por un momento lo que sucede a tu alrededor.
Termina, suspira, respira, vuelve a la realidad pero no te sientas satisfecho que una buena hallaca, siempre se repite.
Original de:
José Mayz.
Nueva Esparta, Diciembre del 2009