viernes, 30 de octubre de 2009

Satélite Simón Bolívar cumple un año de funcionamiento superior al esperado.

Satélite Simón Bolívar cumple un año de funcionamiento superior al esperado.
Hace exactamente 365 días fue lanzado al espacio el primer satélite venezolano, el Simón Bolívar, con un objetivo principal claramente identificado: acercar las telecomunicaciones a sectores de la población que por sus bajos recursos y su remota ubicación geográfica no interesaron nunca a las empresas prestadoras del servicio.
Agencia Bolivariana de Noticias (ABN) / 28-10-2009
Hace exactamente 365 días fue lanzado al espacio el primer satélite venezolano, el Simón Bolívar, con un objetivo principal claramente identificado: acercar las telecomunicaciones a sectores de la población que por sus bajos recursos y su remota ubicación geográfica no interesaron nunca a las empresas prestadoras del servicio.

Hoy, la señal del satélite, uno de los subproductos del proyecto Venesat 1, arriba a su primer aniversario mostrando un perfecto desempeño, como parte de un programa estratégico concebido desde el diseño del aparato espacial, su lanzamiento y posicionamiento, hasta la construcción de estaciones terrenas, subestaciones eléctricas, equipamiento, capacitación y transferencia tecnológica.

Entendido como un proyecto país que no se completa de la noche a la mañana, el Simón Bolívar ha requerido la participación de diversas instituciones del Estado.

Algunas, bajo la tutela del Ministerio del Poder Popular para la Ciencia, la Tecnología y las Industrias Intermedias, son responsables de los equipos y la conectividad, entre ellas la Agencia Bolivariana para las Actividades Espaciales (Abae), la Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (Cantv), la Fundación Infocentro y el Centro Nacional de Tecnologías de Información (CNTI).

Otras, encargadas de diversificar las aplicaciones del espectro satelital, han contribuido en la planificación y materialización de proyectos como telesalud y telemedicina, mediante el estudio de las necesidades y requerimientos sociales más urgentes.

Entre todos, dan curso a una compleja y laboriosa actividad que hoy se traduce en logros cuantificables, en conexión satelital donde las redes terrenas o alámbricas no llegan. Una actividad que se incrementará en la medida en que el trabajo conjunto y articulado siga siendo la norma.

Alcance multisectorial

Desde que la operación del satélite se entregó formalmente a Venezuela, el 10 de enero de este año, el Estado se ha dedicado al despliegue de instalaciones de recepción satelital de diversa aplicación. Hasta la fecha, mil 549 antenas están activas en áreas de interés nacional.

La prioridad indiscutible se ubica en el sector educación, que agrupa mil 220 antenas para materializar programas de formación a distancia, de la mano con 193 infocentros que hoy cuentan con la conexión satelital.

Los datos, proporcionados por el vicepresidente de la Cantv, Franco Silva, apuntan al crecimiento de otros sectores estratégicos beneficiados con la señal del Simón Bolívar: alimentación, defensa, salud, petróleo y energía, agricultura, seguridad ciudadana, organización y participación y medios de comunicación, los cuales reúnen el resto de las antenas instaladas.

Asimismo, 52 centros poblados remotos, con no más de 3 mil habitantes cada uno, cuentan hoy con telefonía e Internet; mientras que 70 puestos fronterizos saldan hoy la deuda que tenían en materia de telecomunicaciones.

La conectividad en las zonas límites promueve también la inclusión de comunidades indígenas aisladas, como parte de un proyecto conjunto con Brasil en el que Venezuela aporta la señal satelital y los equipos y la hermana nación coopera con sus programas de telemedicina.

“Estamos llegando a donde no llega la red alámbrica de Cantv ni la huella inalámbrica de Movilnet, a través de un proceso que conectará 15 mil localidades”, dice Silva, en referencia a lo que será la culminación del proyecto, una vez entren en funcionamiento las 16 mil antenas que prevén instalar de aquí a cuatro años.

Talento humano criollo

La cooperación china fue determinante en la ejecución de la primera etapa del Venesat 1. Tanto el ensamblaje como el lanzamiento del vehículo espacial fue posible gracias a la tecnología oriental, pero lograr transferir el 100% de la operación a personal venezolano requirió un proceso de capacitación que aún no culmina.

No sólo fueron formados quienes hoy, con plena pericia, manejan el Simón Bolívar. Actualmente, más de 30 profesionales criollos se nutren en China de conocimiento satelital a nivel de postgrado que luego harán extensivo a estudiantes de Venezuela.

Dicha capacitación de personal se traducirá, inevitable y felizmente, en un impulso al desarrollo científico y tecnológico en Venezuela, y eso, a su vez, redundará en el crecimiento de la industria criolla.

De acuerdo con Silva, ya se plantea la construcción de prototipos de antenas parabólicas 100% venezolanas, con miras a integrar, progresivamente, componentes que permitan el desarrollo de la tecnología satelital.

“Aunque pueda sonar como algo lejano, en el mediano plazo seremos capaces de ensamblar nuestros propios satélites. Hace ocho años también parecía lejano que Venezuela tuviera su primer satélite, y hoy es una realidad”, sostiene Silva.

Asegura que empezar a construir componentes que antes se importaban será posible en la medida en que el país deje de ser sólo usuario de la tecnología para ser también hacedor.

“El nuevo talento humano tiene esa curiosidad, esa ambición de conocimiento que debe transmitirse a quienes incursionan en la materia. Mañana, sin duda, estaremos fabricando satélites y desarrollándonos en áreas vinculadas”, precisa.

Satélite para rato

Bien lo dijo el representante de la Cantv: “El espacio es un club de reducidos miembros, pues pocos países tienen satélites para acceder a él”.

Que Venezuela haya ingresado con éxito a este clan ha generado incomodidades en sectores que intentan generar matrices de opinión adversas al buen funcionamiento del satélite Simón Bolívar.

Señalamientos, en su mayoría anónimos, cuestionan el desempeño del vehículo espacial, y afirman, sin ningún tipo de fundamento, que irregularidades técnicas del aparato se han traducido en un acortamiento de su vida útil.

“Es un montaje mediático que busca desprestigiar el satélite y el trabajo que el Estado ha realizado para garantizar que hoy se encuentre en órbita en perfectas condiciones”, sostiene el gerente técnico de la Abae, Rodolfo Navarro.

En entrevista exclusiva con la Agencia Bolivariana de Noticias (ABN), explica que no puede afirmarse que el satélite está operando al 100% porque aún no han sido instaladas las 16 mil antenas que contempla el proyecto Venesat 1; no obstante, asegura que es capaz de hacerlo una vez se activen en su totalidad dichos receptores.

Adicionalmente, Navarro alude a una serie de contratos vigentes con empresas satelitales privadas que prestan servicio a Venezuela, para los cuales se destinaron recursos que no tiene sentido desaprovechar.

“Ya pagamos por un servicio que aún no expira y mientras dure lo utilizaremos. Evitaremos el uso excesivo del Simón Bolívar mientras así sea posible, pues una recarga puede hacer que los circuitos se recalienten y se dañen”, detalla.

Sostiene que tales medidas no responden a un criterio de escasez sino de economía, en correspondencia con una planificación y supervisión para el buen uso del satélite: “No es una situación fuera de control”, dice.

Asimismo, desestima los argumentos que sugieren una descarga precipitada del satélite, producto de un supuesto enfriamiento de los paneles solares del aparato.

“Hay un proceso natural e inevitable denominado eclipse que ocurre dos veces al año y que afecta no sólo al Simón Bolívar sino a todos los satélites. En esos dos momentos, que sin duda son de especial atención, los paneles quedan a oscuras por escasas horas, con lo cual entran las baterías a operar”, precisa.

Entre los falsos señalamientos acerca del desempeño del satélite, se ha dicho que el aparato “comenzó a corroerse”, fenómeno químico que -explica Navarro- no sucede en el espacio, pues requiere la presencia de oxígeno.

De igual forma, señalan que el aparato demoró un par de meses extra para ubicarse en órbita, proceso que en realidad ocurrió en tan sólo nueve días a partir del lanzamiento, e indican que el consumo de gasolina ha sobrepasado el previsto.

“La verdad es exactamente al revés, pues el consumo de gasolina se sitúa por debajo del estimado, lo cual ha prolongado su vida útil, de 16,05 años a 16,25 años; es decir, unos 3 meses más de lo esperado”, aclara.

Navarro subraya que este ahorro no ha sido forzado sino consecuencia de la buena operación: “Desde que se posicionó en órbita antes de lo previsto comenzamos a ganar combustible y vida útil”.

Y es que tales rumores, presentados en artículos de prensa que no atribuyen la información a ninguna fuente, no reflejan la realidad acerca de lo que ha sucedido en este primer año de operación del Simón Bolívar, como sí lo hace el reporte elaborado en agosto pasado por la empresa china Gran Muralla, encargada de la fabricación y lanzamiento del satélite.

“Hasta la fecha no se han presentado anomalías o eventos de importancia que le hayan ocurrido al satélite desde la entrega en órbita. Todos los subsistemas del vehículo espacial se encuentran en buenas condiciones. Las funciones de hardware y de software son correctas”, especifica el documento.

Perspectivas de desarrollo

Como todo proyecto diseñado a largo plazo, el Venesat 1 contempla ampliar progresivamente su radio de acción y hacer de los logros obtenidos en este primer año el botón para la muestra de todo lo que se puede materializar con una herramienta tecnológica de tal alcance.

De acuerdo con Franco Silva, impulsar la integración nacional, llevando conectividad a quienes por años han permanecido al margen, es y seguirá siendo el espíritu que oriente el desempeño satelital, y asegura que el impulso al sector educativo continuará marcando la pauta.

“Aplicar la conexión satelital en educación seguirá siendo el norte, el mayor reto, donde más pondremos empeño, para redimensionar en cada vez más escuelas el método de enseñanza y aprendizaje, acorde a las exigencias de los nuevos tiempos”, dice.

Asimismo, vislumbra un escenario más fortalecido en el desarrollo de las múltiples aplicaciones que ofrece la telemedicina, en especial para las localidades rurales que carecen de los más elementales servicios sanitarios.

“Ir lo más al sur del territorio nacional es de gran interés para nosotros, pero a la vez lo más complejo por las características geográficas; no obstante, llegaremos hasta los asentamientos más recónditos”, sostiene.

En materia alimentaria, prevén consolidar la conectividad para los espacios Mercal y Pdval, así como brindar apoyo sostenido en la automatización de la industria petrolera y sus procesos.

Entre los planes a corto plazo con perspectiva de cooperación internacional, Silva destaca el uso que se le dará al Simón Bolívar para ampliar la telefonía y el Internet en zonas rurales de los países miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), gracias al amplio espectro que cubren las bandas satelitales, desde el norte de la Patagonia hasta Cuba.

Por su parte, el representante de la Abae pronostica un panorama alentador en su campo de competencia, y vaticina un gran dinamismo en todas las áreas de desarrollo científico en Venezuela.

“Las fábricas, en el mediano plazo, serán criollas, tendremos diseños propios y diversificaremos nuestro potencial tecnológico”, augura.

Los planes futuros incluyen la construcción, en el 2013, de un segundo satélite, muy probablemente de observación de la Tierra, en el que participará un número mucho más importante de personal venezolano, así como un tercer artefacto pensado para el 2015, en el que la colaboración china será puntual.

Rodolfo Navarro coincide con Silva en la posibilidad de seguir creciendo, en la medida en que se planteen objetivos y metas claras.

“Si bien no tenemos espíritu de conformismo, pues siempre podremos dar más, estamos satisfechos con lo que se ha hecho, ya que es un trabajo complejo en el que no teníamos experiencia y en el que el Simón Bolívar se ha desempeñado por encima de lo esperado”, puntualizó.