miércoles, 21 de octubre de 2009

EL JURADO INVISIBLE


EL JURADO INVISIBLE

Muchos de nuestros valores provienen de los demás. 
Nos afectan los carros que llevan, sus casas, sus profesiones… 
Amigos, compañeros, familia, jefes y conocidos forman un jurado invisible. 
Adoptamos sus costumbres sin pensar. No nos damos cuenta 
hasta donde llega. Si en tu entorno hay abogados, tú también querrás 
ser uno de ellos, si es de albañiles, pues albañil. Si su casa está en 
esa urbanización tú también por ahí. Es tu entorno, no dejes 
que te aprisione.   

Vemos todo a través de los ojos de los demás, si a los demás les 
diera igual una casa grande con vistas el mar, carros deportivos 
y vacaciones exóticas, a nosotros seguro que también.

No tiene sentido, sal de la manada, cuanta más aceptación 
busques menos la encontrarás y viceversa. Es difícil ignorar a 
los demás, sobre todo si sentimos les admiramos. Si todos fueran ciegos, 
no llevaríamos ropa buena ni tendríamos una casa bonita ni un gran carro. 
Pero nos arruinan los ojos de los demás.

Conozco una chica espectacular que está convencida de que es fea. 
Su madre se lo dijo desde pequeña. Por mucho que le digan lo contrario, 
hoy aún actúa como si lo fuera, con complejos innecesarios.  
Cuando aceptamos un prejuicio de alguien estamos dejando 
que nos controle.

Imita a Descartes, este decía que cada vez que alguien le ofendía, 
alzaba su alma tan alto que la ofensa no le alcanzaba. Hace falta 
fuerza interior para no dejarte influenciar por este jurado. Son los que 
viven acorde a sus propios valores y no al de otros, los que llegan lejos.  
El hijo de aquel médico que se dedico a la música no lo tuvo fácil. 
Tampoco el que consiguió sacar la carrera de derecho proviniendo 
de aquel conflictivo barrio, lo fácil hubiera sido pasarse la vida entre 
el trabajo en esa tienda y el bar de al lado.

Eres el más eficiente ¿Te das cuenta de que has podido ser una 
marioneta estos últimos años? No dejes que el miedo al 
cambio te atemorice. Es como dejar de fumar, el miedo al 
abismo sin el pase de nicotina. La ineficiencia de muchos se basa 
en creencias erróneas de las que se han ido auto convenciendo durante años. 
Algún comentario despectivo cuando eran pequeños, les indujo a 
pensar que no eran suficientemente buenos. Malas notas en el colegio o 
una evolución más tardía son causas de muchos fracasos.

“Elimina al jurado invisible, 

el mundo está lleno de genios que fracasaron en sus 

primeros años.”