jueves, 7 de enero de 2010

ACTITUD Vs. APTITUD

ACTITUD Vs. APTITUD

¿Has estado en la construcción de una casa o de un gran edificio? En la parte externa, lo que es visible de cualquier edificación, contemplamos su esplendor y belleza, según el arte del Arquitecto o Constructor. Esto es lo que llama nuestra atención. Aquí se encuentra el éxito de cada edificador, en que las personas que hacen uso de dicha edificación, tengan los servicios requeridos y se sientan complacidos. Así mismo es el liderazgo; es como una gran edificación. El éxito del líder se encuentra, en que sus seguidores estén complacidos con su liderazgo.

Ahora bien, una buena edificación no sería posible sin un buen fundamento. Antes del constructor comenzar a levantar su edificación debe poner el fundamento. Según el diccionario “Larousse” fundamento es el “principio o base de una cosa, especialmente cimientos de un edificio, “razón principal con que se asegura una cosa”. En los cimientos es donde se apoya toda la construcción. Los cimientos (fundamento) sostienen la edificación. Sin un buen fundamento que asegure la construcción, esta se vendría abajo. El liderazgo debe poseer un buen fundamento. Los cimientos del liderazgo deben ser profundos. Mientras más alta sea la edificación, más profundos deben ser los cimientos.
En mi opinión, dos de los cimientos sobre los cuales todo liderazgo debe estar fundamentado son: la actitud y la aptitud.
La actitud es la forma en que una persona se enfrenta a las dificultades de la vida. La atitud da origen al comportamiento. La gente siempre proyecta hacia afuera lo que siente por dentro (Lo que marca la diferencia en el lider, John Maxwell). El líder debe tener la capacidad de saber actuar o comportarse ante las situaciones adversas que se le presenten. El líder debe saber como disfrutar del éxito, pero también como enfrentar el fracaso. Henry Ford tuvo una buena actitud ante el fracaso, tanto así que expreso que “fracasar es la oportunidad de comenzar de nuevo, más inteligentemente”. Si no puedes superar un fracaso e intentarlo de nuevo, entonces a tu liderazgo le hace falta actitud de vencedor. Por otro lado, la manera en como cada persona conduce su vida está determinada por su actitud. La actitud se alimenta de varios factores, uno de ellos es el pensamiento.

Dirigiéndose a los romanos, el Apóstol Pablo les motivó a que “… cambien su manera de pensar para que cambie su manera de vivir… “. (Romanos 12: 2, DHH). Si constantemente estás pensando en que no tienes oportunidad para triunfar, tu estancamiento es inevitable. ¿En qué has estado centrando tus pensamientos en estos días? Si quieres que tu organización, iglesia, etc. se mantenga firme, comienza a pensar de una manera diferente. Pon hoy un buen fundamento; edifica tu liderazgo sobre una actitud positiva y victoriosa.

Sin embargo, aptitud (Del latín aptitudo = capacidad para) se refiere a la capacidad o habilidad de una persona para realizar adecuadamente una tarea. La aptitud está relacionada con la inteligencia y con las habilidades tanto innatas como adquiridas a través de un proceso de aprendizaje. Una persona que sea capaz de realizar una tarea específica es aquella que ha pasado por un proceso de aprendizaje. Es importante que sepas que tu liderazgo trasciende hasta donde tu capacidad de liderazgo te ayude. El Pastor John Maxwell en su libro “Las 21 leyes irrefutables del liderazgo” presenta “La ley de la tapa”. El afirma que la habilidad de liderazgo determina el nivel de eficiencia de una persona”. A lo largo de mi vida, especialmente en el ministerio, he visto líderes con buena actitud para dirigir, pero con poca capacidad para hacerlo. Una buena actitud no es suficiente para que tu liderazgo sea efectivo. La actitud mantiene tu liderazgo; la aptitud hace que florezca. Debe constantemente trabajar para que tu capacidad de liderazgo sea mayor. ¿Cuándo fue la última vez que leíste un libro o hiciste algo para elevar tu aptitud? En las noches, antes de irme a la cama, me hago una autoevaluación para saber que cosas nuevas aprendí o mejoré. Trata de no dejar pasar un día sin aprender algo nuevo o al menos mejorar algo que ya sabes. Tu liderazgo puede ser productivo si inviertes el tiempo y los recursos necesarios para formarte.