Tecnólogo merideño fabricó máquina de café expreso
Un prototipo que, además de reducir en 40% el costo de equipos para pequeños o medianos empresarios. Se acopla el filtro que suministra el agua caliente y evita que se desborde por los lados al presionar sobre el café. Funciona con mínimo consumo de electricidad y podría modificarse para usarlo también con gas. Su creador, Casto Salcedo espera encontrar el apoyo necesario para producir las máquinas, mediante la creación de una Empresa de Producción Social
--------------------------------------------------------------------------------Se trata de una máquina para café expreso, la primera hecha en Venezuela, con materiales nacionales e innovaciones que permiten garantizar una prolongada vida útil al equipo destinado a suministrar una amplia variedad de bebidas calientes. (Foto: Prensa MCTI Mérida)
Publicado el 08/10/2010.
La experiencia adquirida durante sus años de trabajo como técnico de mantenimiento, tres de ellos dedicados a perfeccionar su innovación, le han permitido a Casto Salcedo la construcción de un prototipo que, además de reducir en 40% el costo de equipos para pequeños o medianos empresarios, contribuirá a romper paradigmas que cuestionan la maquinaria hecha en el país, para avanzar hacia la independencia tecnológica.
Se trata de una máquina para café expreso, la primera hecha en Venezuela con materiales nacionales e innovaciones, que permiten garantizar una prolongada vida útil al equipo destinado a suministrar una amplia variedad de bebidas calientes.
Al hablar de su innovación, Salcedo explica que el grupo –que es el conjunto de piezas donde se acopla el filtro que suministra el agua caliente y evita que se desborde por los lados al presionar sobre el café- lo ha reinventado para su prototipo, pues, no es abrasivo como ocurre con las máquinas importadas, en las cuales el acople es giratorio; además, funciona con mínimo consumo de electricidad y podría modificarse para usarlo también con gas.
Sostiene que el grupo con el cual realizó su máquina es diferente, pues, posee piezas de hierro y bronce con una mordaza que presiona y, por tanto, no permite el desgaste del empaque por uso; por esta razón, puede dar garantía de 2 años a diferencia de los 6 meses que otorgan con las máquinas de origen italiano, adicionalmente, indica Salcedo que si algún componente debiera reemplazarse se consigue fácilmente en cualquier ferretería.
Para la fabricación del prototipo Salcedo recibió del Ministerio del Poder Popular para Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias (MCTI) la cantidad de 21 mil 790 bolívares como parte del apoyo que en todo el país se ofrece a la inventiva tecnológica popular, concluyendo con éxito el prototipo que presentó ante la Unidad Territorial del MCTI, ente mediante el cual se canalizó la solicitud.
Además de las diferencias ya señaladas este equipo tiene los capuchinadores de uso directo hacia la taza, lo que evita calentar aparte la leche, facilitando el trabajo del operario que puede obtener hasta 150 tazas de diferentes bebidas en una hora.
Con miras a escalar la producción
Aun cuando la máquina de café expreso de Casto Salcedo ha cumplido etapas de prueba operando en condiciones reales de uso sin presentar dificultades, debe entrar en proceso de validación por parte de expertos, para concluir todo lo correspondiente al proyecto financiado.
Salcedo espera encontrar luego el apoyo necesario para producir las máquinas, mediante la creación de una Empresa de Producción Social, porque asegura que su trabajo lo hizo atendiendo el mandato del presidente Hugo Chávez, en cuanto a producir con sentido de lo social y es lo que se propone al ofrecer un producto nacional, con numerosas ventajas que, además, generará nuevas fuentes de empleo.
Durante los primeros seis meses se plantea la fabricación de partes para el posterior ensamblaje de cinco máquinas diarias, que pasarían a un banco de prueba antes de colocarla en venta, por un precio que oscilaría entre 6 mil y 10 mil bolívares, incluyendo en ello el mantenimiento semestral durante el tiempo de garantía, a diferencia de las comercializadas actualmente, cuyo precio mínimo es de 25 mil bolívares y el mantenimiento se cancela aparte.
Para el logro de este prototipo Salcedo trabajó con numerosas personas, entre las que mencionó a Luis Alarcón, Wilmer Piña, el señor Espada y Gustavo Carrillo, quienes contribuyeron al logro de las piezas para el correcto funcionamiento, apegado a las normas de seguridad industrial.
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